La ciudad Imperial de Toledo vive su día grande con la procesión del Corpus Christi
Después de dos años de ausencia por la pandemia, con actividades a medio gas, Toledo vuelve a vivir sin restricciones su fiesta más grande. Con más ganas que nunca vuelve la procesión del Cuerpo de Cristo por sus calles adornadas para la ocasión y siguiendo el cielo.
Hoy día 16 de junio, la iglesia celebra la festividad de Corpus Christi. Si bien, solo es fiesta local en Granada y Sevilla, además de toda la comunidad de Castilla-La Mancha que celebra este día como fiesta regional en sus cinco capitales.
Sin embargo, la Conferencia Episcopal Española, única competente en materia de cambios de fechas litúrgicas, decidió trasladar la festividad al domingo siguiente al de la Santísima Trinidad en el año 1990. De ahí, que se celebre la Solemnidad del Señor el próximo domingo, día 19 de junio, con su procesión eucarística incluida a excepción de Toledo, Granada y Sevilla que lo hacen hoy.
En la ciudad de Toledo la magnífica custodia realizada por el orfebre, Enrique de Arfe también conocido como Enrique de Colonia. Obra realizada a principio del siglo XVI, recorre las calles engalanadas de la ciudad en la procesión del Santísimo Cuerpo de Cristo, en el día más sobresaliente en el almanaque de la ciudad Soberana.
Fiesta de Interés Turístico Internacional desde el año 1980, que viene a confirmar su importancia y reclamó atractivo de la ciudad. Desde el año 1418, cada festividad del Corpus Christi, evangeliza el laberíntico casco histórico de Toledo. Sus antiguas calles se transforman en un escenario de matices y espiritualidad.
Toledo se ha preparado con sus mejores galas desde días antes para recibir su gran día. Las calles por donde discurre la procesión con la custodia son cubiertas con los antiguos toldos que recuerdan los gremios de tejedores y sederos. Los balcones de las casas son adornados con reposteros, banderas y otros ornamentos que dan señal y distinguen a la procesión del Corpus.
La Catedral Primada se adorna para la excelsa ocasión con ocho enormes tapices flamencos del siglo XVII, en sus muros para que sean admirados por los visitantes. Al igual, que ocurre con las calles del recorrido procesional que un día antes de la procesión se rocían y bañan de plantas olorosas (cantueso, romero, tomillo, etc.)
Este jueves, día del Corpus, que sigue reluciendo más que el sol, ha amanecido en la ciudad de Toledo, con el toque de dianas y el lanzamiento de bombas reales. La Santa Misa en el Rito Hispano-Mozárabe oficiada por Monseñor Francisco Cerro, Arzobispo de Toledo, da paso a la procesión.
A las 11:00 horas, conforme a la tradición, una salva de morteros anuncia la salida de la procesión con el “Solemne Cuerpo de Cristo” por la puerta Llana de la Catedral. Una vez en la calle la custodia comienza a recorrer las Cuatro Calles, la popular plaza de Zocodover, la estrecha calle de los Alfileritos y así una tras otra, todas transformadas en grandes vergeles para dar a conocer la verdadera esencia de la ciudad.
Historia de la custodia de Toledo.
Fue elaborada por el platero Enrique de Arfe, de origen alemán, entre 1515 y 1523. Fue un encargo del Cabildo de la Catedral de Toledo para albergar el ostensorio de oro, que perteneció a la reina Isabel la Católica, de estilo gótico y construido por su joyero, Almerique. Según cuenta la leyenda, se utilizaron 7 kilos del primer oro traído de América. Fue encargo del arzobispo Cisneros y contiene piedras y figuras esmaltadas.
Tardó siete años en hacerla y su coste superó los quince millones de maravedíes, recibiendo el platero Arfe, un aguinaldo de 2500 maravedíes que le entregó en la Navidad de 1523 el cabildo catedralicio impresionado por su gran trabajo.
Toledo celebra la festividad del Corpus con una auténtica fiesta para la ciudad y los sentidos.
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