Deshielo en el nacimiento del río Cuervo: Una estampa impresionante
Sábado, 20 de Febrero de 2021. Cuenca | Rafael Torres/Eldíadigital.es
El ascenso de las temperaturas en los últimos días, con valores matinales que incluso han superado los 16 y 17 grados ha provocado el deshielo y un fuerte aumento del caudal en el nacimiento del río Cuervo.
Este aumento del caudal proviene del agua que se está fundiendo de la nevada del mes de diciembre y de la llegada de la borrasca profunda europea bajo el nombre de (Filomena) durante el mes de enero que indujo a una nevada de hasta 50 cm, sepultando el monumento natural de copos de nieve. Pasada la borrasca, se sucedió una ola de frío con registros de hasta -15ºC que convirtió el paraje en un monumento de hielo.
El espectáculo de ver como se despeña el agua por la pared rocosa de toba caliza, es portentoso. Los grandes chorros de agua son un atractivo visual y sonoro, que cautiva a los sentidos. Ver como el agua se precipita violentamente hacia el vacío desde la cascada, conmueve e impresiona de una manera inenarrable.
Posteriormente, ésta se acumula mansamente en la gran poza que está bajo los pies de la cascada. La cristalina y pura agua que después de su “estampida”, se aleja para empezar un largo viaje hasta encontrarse con el río Guadiela. Nuestras vidas son los ríos…
El espectáculo de las aguas claras y puras no acaba ahí. Hay que hacer el camino por la senda de tablas y pasarelas que remonta el río Cuervo para recrearse con bellos escondrijos que invitan a la reflexión y al alboroto del silencio, sólo roto por el susurro del agua. Hasta llegar a la gran pared rocosa situada a los pies del Cerro de San Felipe, de cuyo interior brotan primorosamente las aguas del río Cuervo. Todo un regalo para los sentidos en plena Serranía de Cuenca.
Este aumento del caudal proviene del agua que se está fundiendo de la nevada del mes de diciembre y de la llegada de la borrasca profunda europea bajo el nombre de (Filomena) durante el mes de enero que indujo a una nevada de hasta 50 cm, sepultando el monumento natural de copos de nieve. Pasada la borrasca, se sucedió una ola de frío con registros de hasta -15ºC que convirtió el paraje en un monumento de hielo.
El espectáculo de ver como se despeña el agua por la pared rocosa de toba caliza, es portentoso. Los grandes chorros de agua son un atractivo visual y sonoro, que cautiva a los sentidos. Ver como el agua se precipita violentamente hacia el vacío desde la cascada, conmueve e impresiona de una manera inenarrable.
Posteriormente, ésta se acumula mansamente en la gran poza que está bajo los pies de la cascada. La cristalina y pura agua que después de su “estampida”, se aleja para empezar un largo viaje hasta encontrarse con el río Guadiela. Nuestras vidas son los ríos…
El espectáculo de las aguas claras y puras no acaba ahí. Hay que hacer el camino por la senda de tablas y pasarelas que remonta el río Cuervo para recrearse con bellos escondrijos que invitan a la reflexión y al alboroto del silencio, sólo roto por el susurro del agua. Hasta llegar a la gran pared rocosa situada a los pies del Cerro de San Felipe, de cuyo interior brotan primorosamente las aguas del río Cuervo. Todo un regalo para los sentidos en plena Serranía de Cuenca.
Comentarios
Publicar un comentario