¡VAYA, VAYA, EN CUENCA TAMBIÉN HAY PLAYA! (Rafael Torres)
OPINIÓN | ELDIAdigital
Sí. Es verdad. En Cuenca tenemos una gran playa artificial aunque para muchos foráneos les resulte increíble y de la que presumimos los conquenses por ser un edén. Un paraíso terrenal en uno de los rincones más bellos de la Hoz del Júcar donde se disfruta y se está muy a gusto gozando en plena naturaleza.
A pocos kilómetros de la ciudad tenemos un estanque natural erigido por la naturaleza y protegido por la bella hoz del Júcar creado por la erosión de miles de años y convertido hoy en día en uno de los prodigios de la ciudad. Con la importante singularidad de que no ha intervenido la feroz y cruel mano del hombre solamente para acondicionar escaleras que faciliten la entrada y salida del agua, trampolines y plataformas que sirvan para divertirse junto a quitasoles que protejan de los rayos del sol.
La playa artificial siempre ha estado presente en los calurosos días estivales del verano de los conquenses siendo un referente incuestionable como atractivo turístico también por sus instalaciones y por su detallista y cuidado restaurante. Cuando los turistas la descuben exclaman, “¡Uaauuu!”¡Es espléndida!
En sus piscinas aprendimos a nadar la mayoría de los jóvenes de mi generación, que recuerdos, cogíamos el autobús azul de Rodríguez para ir a la playa. Allí nos enseñaban a nadar: Cañete, Ito, Lillo y demás delfines conquenses en los cursos de natación.
Cuando llegaban las Ferias y Fiestas de San Julián, tanto el río como la piscina se convertían en zona olímpica y celebrábamos la competición de natación. La subida “al peñote” y nadando de puente a puente, nos llevaba la corriente. Y cómo no recordar la prueba y el desafío de los atrevidos saltadores desde el trampolín más alto de la piscina con sus clavados y saltos del ángel.
Por eso los conquenses podemos decir que tenemos, Casas Colgadas, dos Hoces únicas en el mundo creadas por la erosión de miles de años, infinidad de monumentos y un gran Puente de San Pablo, sumadas a las maravillas de la Humanidad y cuando llega julio y agosto… ¡Vaya, Vaya! AQUÍ HAY PLAYA.
Es el río Júcar a su paso por la playa artificial el río de nuestras vidas conquenses.
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