Domingo, 03 de Febrero de 2019Cuenca | Rafael Torres el Día digital. es
El presidente de la Diputación provincial ha acompañado a los vecinos y visitantes en los principales actos en honor a San Blas.
Las procesiones en honor de los patrones, los sentidos dichos de las danzantes, el lavatorio de San Blas y las danzas dentro de la iglesia han sido los momentos más emocionantes y llamativos de la Endiablada.
El pueblo conquense de Almonacid del Marquesado se encuentra inmerso en la celebración de las fiestas de la “Endiablada” que se celebran durante los primeros días de febrero, coincidiendo con la festividad religiosa de la Virgen de la Candelaria y San Blas.
Hoy, día 3 de febrero, festividad de San Blas es el día grande de la festividad. A las 12: 00 horas ha tenido lugar la procesión en honor del santo protector de la garganta por las calles del municipio. Unos actos que han contado con la presencia del presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, que ha felicitado a sus habitantes por lograr mantener viva esta tradición durante siglos.
Los diablos con la mitra episcopal han danzado y saltado dando carreras a gran velocidad delante de la imagen profiriendo vítores con gran entusiasmo.
Después de la procesión ha tenido lugar la misa que concluye con la llegada de los diablos a la iglesia. A continuación se ha montado el arado para recitar los dichos en honor a San Blas, momento muy emotivo para los cientos de asistentes que han llenado por completo la iglesia quedando pequeña para acoger a tantos visitantes.
La jornada ha finalizado con las danzas de los diablos que se resistían a abandonar el templo pues saben que no podrán volver a danzar a su patrón hasta el año que viene.
Para esta tarde noche los diablos volverán a recorrer todo el pueblo pues saben que es la despedida, y quieren disfrutar de la fiesta hasta el último instante. Será el diablo mayor quién intentará hacerles callar elevando su porra y haciendo círculos con la misma. Entonces callarán hasta el año que viene los sonidos de los cencerros. Elevando la voz el diablo mayor para gritar: ¡Viva San Blas!, y ¡viva la Candelaria!
Ayer festividad de la virgen de la Candelaria se realizó una procesión encabezada por el estandarte de la hermandad de la Virgen, uno de los momentos más vistosos dentro de los actos de celebración. Los diablos que abrieron el cortejo lo hicieron con el gorro floreado que luego cambiaron por la mitra en el lavado de cara a San Blas.
La Endiablada termina mañana, con el día de “San Blasillo”. Las danzantas recorrerán todo el pueblo danzando “paloteos”, cambiando sus castañuelas por los palos de madera. Los diablos se reunirán de nuevo, sin cencerros ni vestimentas para cenar todos juntos la típica comida de oveja frita con ajos. En la misma aprovecharan para recordar y compartir las vivencias de estos apasionantes días.
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