LA TRADICIONAL MATANZA DEL GORRINO EN LOS PUEBLOS (Por Rafael Torres)
Domingo, 10 de Febrero de 2019 OPINIÓN | El Dia
Llegado el frió invernal en algunos pueblos se sigue manteniendo viva la costumbre de realizar la tradicional “matanza del gorrino”. Si bien, es verdad que apenas se hacen ya por la comodidad que supone tener en las carnicerías todo preparado y la comodidad que esto supone al no tener que llevar a cabo las tareas que conllevan el sacrificio del cerdo.
Ahora bien, no gozarán del mismo sabor aquellas carnes criadas con productos naturales de las que salían unos embutidos tradicionales realizados con la receta de la abuela transferida de generación en generación junto a las sublimes costillas y apreciados lomos adobados que llenaban de gloria bendita las orzas en las fresqueras de las casas. Sin olvidar, esos perniles curados en las alacenas con aceite y pimentón.
Qué pena que se haya perdido el ritual del “día del crimen” en nuestros pueblos. Era día de fiesta para toda la familia y allegados. Todo surgió como una necesidad para proporcionar carne todo el año, pero termino convirtiéndose en un evento en el pueblo.
En algunos pueblos se intenta conservar esta tradición tan española, como es el caso del pueblo toledano de “Cabezamesada” que por medio de su Asociación Cultural Pozo El Pindongo, realizó ayer la Tradicional Fiesta de la Matanza.
Desde primeras horas de la mañana numerosos vecinos del municipio se reunieron en las escuelas viejas para socarrar, raspar, lavar y afeitar al guarro. Después llegó el almuerzo típico manchego (sangre, asadura y forro).
Seguidamente se hizo el desentrañado y puesta en oreo de todas las piezas que conforman el cerdo. Terminada esta faena se degustaron los productos típicos de la matanza (gachas, chorizos, morcillas, panceta, somarro).
Ya por la tarde se hizo el despiece, corte, y picada de la carne para preparar la elaboración de los chorizos que se embutieron para dejarlos secar y luego freírlos en el día de la frita.
En definitiva, una buena iniciativa por parte de la Asociación Cultural El Pozo Pindogo que intenta recuperar una de las costumbres más afincadas en todos los pueblos españoles que prácticamente ha desaparecido por completo. Contando en la actualidad con mas detractores que seguidores el famoso dicho que dice que "a cada cerdo le llega su San Martín".
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