Han
sido miles de conquenses los que han
salido a las calles principales de la
ciudad para contemplar la recreación de la llegada de la Cabalgata
de los Reyes Magos a Cuenca, cargada de regalos para los niños lo
que supone para ellos uno de los momentos más alegres y gozosos de
su vida.
“Aquella
maravillosa noche de Reyes, que nunca olvidamos
y que sigue existiendo en nosotros a
pesar de la edad como un sentimiento bendito”. Cuando se conoce la
realidad de la “Magia de los Reyes”, aún se quieren y aman más,
porque se acuerda uno los padres y sus infinitos esfuerzos y desvelos
económicos para poder conseguir que sus hijos tuvieran en la noche
de Reyes su regalos preferidos.
Muy
pronto se hará de día para todos los niños. Con el sueño aún en
los ojos irán corriendo a llamar a los papás para descubrir
asombrados y entusiasmados que los gentiles Reyes se han comido el
roscón, los camellos se han comido la paja, y no han dejado nada, y
junto al árbol que renace y revive cada año la alegre Navidad,
están los zapatos y los regalos esperando ser abiertos.
Nosotros
también podemos ser Reyes Magos, todos los días del año ofreciendo
a todas las personas que nos rodean el oro de admiración y respeto
hacia todas ellas, el incienso en mis buenas acciones y respuestas a
las necesidades que piden los demás y la mirra de amistad y amor con
el prójimo que no debe faltar nunca.
Texto, fotos: Rafael Torres.
5 de enero de 2017.



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