Situada
en plena llanura manchega, en la subcomarca del Rus, La Villa de San
Clemente, es una de las localidades más importantes del sur de la
provincia de
Cuenca.
Habitada
desde muy antiguo, como certifican los vestigios de edificaciones
romanas halladas en la zona. Perteneció a las Ordenes Militares que
la utilizaron como uno de los últimos bastiones defensivos
castellanos para contener el avance sarraceno.
En
los siglos XV y XVIII, San Clemente, adquiere notoriedad y aire de
villa elegante y señorial que le lleva a erigirse en un claro
exponente del renacimiento en Castilla. Tierra de buenos viñedos y
ganados. Miguel de Cervantes Saavedra, la retrato en el “Quijote”.
Posee
un conjunto monumental excelso. El casco antiguo se encaja en torno a
la Plaza Mayor, donde se alza el Ayuntamiento. Construcción del
siglo XVI que consta de dos plantas con galería pontificada cada
una, cubierta con ventanas la planta superior. En el centro, se situá
un fabuloso escudo imperial, levantándose hacia un lado el
magnifico torreón con su reloj.
Enfrente
del Ayuntamiento se situá la casa de Cultura. Un edificio del siglo
XVI que en uno de sus laterales tiene el llamado Arco Romano. Mención
especial merece la iglesia de Santiago Apóstol, -declarada junto con
La Casa Consistorial-, Bienes de interés Cultural.
La
parroquia de Santiago Apóstol se construyo en el siglo XV y se
rehabilito durante el XVI, de ahí que destaque la vía renacentista,
con presencia de abundantes utensilios góticos. Consta de tres
naves, torre de tres cuerpos y dos portadas, ambas con bóveda de
cañón, quedan a la Plaza Mayor y a la plaza de la iglesia
respectivamente. Resalta en el interior una gran cruz de alabastro de
estilo gótico que preside el altar.
Pero
el completísimo patrimonio histórico, por el que
fue declarada la Villa como Conjunto Histórico-Artístico en 1980
no
termina en los mencionados anteriormente. También cuenta con
edificaciones religiosas, como los conventos de las Clarisas, las
Carmelitas Descalzas, las Trinitarias, los Franciscanos y la antigua
iglesia de los Jesuitas.
Destacando
también la arquitectura civil de los palacios de los Villena, de
Francisco Martínez del Peral, de Oma, de los Risueños o del
Marqués de Valdeguerrero.
Sin
pasar por alto los inmuebles públicos, como el Pósito, que albergó
la carnicería de la villa y luego desempeño labores de almacén de
cereales; o militares, como la antigua torre de vigiá del siglo XV
que desde 1998 acoge el Mueso de Labranza y la Oficina de Turismo de
San Clemente.
Hablar de la villa de San Clemente, es mencionar a la morena Virgen de Rus. La
devoción y pasión a la Virgen está testificada
desde antes de la presencia musulmana en la península hallándose
restos de una antigua ermita visigótica. Sin olvidar a la Virgen
del Remido o de los Hortelanos muy querida en la localidad.
Texto y fotos: Rafael Torres.
12 de junio de 2017.
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