El pasado día 1 de mayo festividad de San José Obrero y del peculiar y castizo barrio de las Quinientas, se descubrió por parte del Alcalde de la ciudad Ángel Mariscal, y de Joaquín Ruíz actual párroco de la iglesia de San José Obrero una placa de la calle dedicada al párroco Constantino Carrasco, al que se le conocía cariñosamente como don Constan.
“SIEMPRE
TUVE CLARO QUE LO MEJOR DE SER CURA ERA TRATAR Y CONOCER A LAS
PERSONAS CON SUS NECESIDADES”.
El
acto tuvo lugar en el transcurso de la procesión de San José
Obrero, por la calles del barrio, no podía ser de otra modo. La
imagen bendita del patrón y protector del Poblado Obispo Laplana a
la que tanto amor profesaba de testigo, también multitud de vecinos
y amigos del “Cura
bueno”,
que esperaban en su nueva calle, la
buena noticia
como si notaran y percibieran la presencia física de su Padre
espiritual y amigo.
No
quisieron faltar miembros de la Corporación Municipal, de distintos
signo político que también quisieron sumarse al recuerdo de don
Constan, porque el amor al prójimo no entiende de colores sólo de
grandes corazones.
Del
mismo modo que numerosos conquenses de otros barrios se acercaron
para estar presente en el homenaje. Pues este Pastor, no era sólo
del barrio de las Quinientas, su rebaño se extendía hasta toda
Cuenca, en sus palabras se recoge su sentimiento por su labor
clerical : “SIEMPRE
TUVE CLARO QUE LO MEJOR DE SER CURA ERA TRATAR Y CONOCER A LAS
PERSONAS CON SUS NECESIDADES”.
No
exagero si digo que era un sacerdote de los más carismáticos de
Castilla -La Mancha y de los más entregados a la causa de los
desfavorecidos. Dedico 45
años de su vida a servir a los más necesitados en un barrio donde
las estrecheces
y penalidades de
sus habitantes estaban al día.
Siempre
alegaba de sus vecinos como:
“UNA
GENTE BUENA Y SENCILLA Y AL MISMO TIEMPO MUY HOSPITALARIA, A
PESAR DE SUS MULTIPLES NECESIDADES”.
Para
las personas que lo conocimos nunca los olvidaremos pues era un
hombre que dejaba honda huella en el armario del fondo del corazón.
Creo que poner el nombre a una de las calles del barrio de las
Quinientas al cura don Constantino, es
una acción obligada y de recuerdo y además muy acertada para una
persona que fue un ejemplo de sincero amor fraterno con los demás.
Texto y Fotos: Rafael Torres.
03 de mayo de 2017.
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