El olivo procedente de Getsemaní, en Jerusalén, fue plantado el sábado día 9 de mayo en el claustro de la Catedral de Cuenca, en el transcurso de un sencillo pero emotivo acto. Todo se desarrollo en presencia del canónigo capellán mayor y director de la misma, don Miguel Ángel Albares. Esa tarde, los hermanos mayores Fernando A. Sánchez Calleja y Alfredo Remón Miranzo, junto con los miembros de la Junta Directiva de la Hermandad de Jesús Orando en el Huerto de San Esteban, trasplantaron el brote que los Franciscanos Custodios de Tierra Santa regalaron a la hermandad en el año 2007. Hasta el día anterior, el brote de olivo de Getsemaní había estado cuidado por las monjas Concepcionistas Franciscanas de la Puerta de Valencia. Publicado en el Periódico de Cuenca el día 11 de mayo de 2015, en el número 453. Rafel Torres.